SINOPSIS

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“Pájaros de lata” es un largometraje coral en el crisol de vidas invisibles que es Madrid en 2018. En especial la de aquellos que viven en los límites de la sociedad. Entre ellos, nuestro protagonista es SANTI (29), que trabaja de repartidor de comida a domicilio con su bicicleta, pero cuando termina de trabajar no llega a su casa, sino a un asentamiento de tiendas de campaña bajo el viaducto de Segovia. Santi es una persona sin hogar, lleva casi dos años viviendo en la calle. No conocemos el pasado de Santi porque para él no existe. Mira sus objetivos a corto plazo pero tiene sueños, quiere estudiar, le gusta estar informado, por eso va mucho a la biblioteca, allí se siente un individuo más. Es tímido, maduro y tiene una visión del mundo positivista a pesar de todo, aún cree en la sociedad. Tiene muy poca autoestima pero cree en el amor, lo busca y lo ansía. Le gusta cuidar sus cosas. Ha recorrido un camino largo y difícil para encontrar un trabajo y cree estar en el camino hacia la salida de la calle pero sabe que su situación es muy frágil. Su mayor temor es desaparecer y que nadie se dé cuenta, busca evidencias de su existencia en el mundo, quiere dejar huella.

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Santi vive en una rutina de viajes en bicicleta repartiendo por el centro de Madrid, estudiando por su cuenta y compartiendo convivencia con JESÚS (53), un nihilista que reniega de la sociedad y ve libertad en vivir en la calle y MANUEL (65), un hombre mayor con graves problemas de salud. En su tiempo libre, Santi construye figuritas de pájaros a partir de latas que encuentra en la basura. Santi es el único de ellos que está entre dos mundos, en contacto con las diferentes clases sociales. De esta forma conoce a MARTA (27), una joven con la que tiene un breve contacto amoroso, pero las grandes diferencias entre los dos impiden que la relación tenga futuro. Este fracaso afectivo le hará recaer a Santi en malos hábitos.

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FLORICA (48) es una mujer gitana rumana que trabaja de limpiadora en la casa contigua a la de Marta, para mantener a su familia con la que vive en el asentamiento chabolista “El Gallinero”. Su principal fuente de ingresos peligra cuando es reconocida mendigando en el metro, mientras que su situación va a dar un vuelco al anunciarse la próxima demolición del asentamiento. CHARLES (53) es un inmigrante nigeriano que trabaja en el comedor social de la parroquia de San Antón. Intenta regularizar su situación y duerme en un albergue dónde no puede compartir vida con su hijo, cuya custodia pertenece a servicios sociales. Reconectar con él es su prioridad.

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Una noche, Santi conoce a CARMEN (39) por casualidad, tras caer de su bicicleta. Carmen es una persona sin hogar que malvive bajo el puente de Segovia y tiene claros signos de ser drogadicta. Comparte con ella una cena “a domicilio” y establecen una conexión. Santi va a visitar a Manuel, que ha tenido que ser hospitalizado por neumonía y a la vuelta pasa a saludar a Carmen  pero ella ya no está. A Santi le conceden una plaza en el Centro para personas sin hogar Juan Luis Vives y piensa que Carmen sería una buena candidata para el programa “Construyendo hogar”, no puede marcharse sin ayudarla. Cuando sale de la cita con la trabajadora social ve que le están robando la bicicleta, su única forma de sustento. Esto es algo que siempre ha temido. Intenta perseguir al ladrón pero es inútil. En ese momento, Charles corre tras él y consigue recuperar la bicicleta.

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CHIQUI (32) es una joven venezolana que ejerce la prostitución en el polígono Marconi y arrenda un piso de protección oficial. Chiqui se enfrenta a los dilemas morales que entraña la prostitución mientras las agresiones físicas son todavía una realidad en su vida y la de sus compañeras. IBRAHIM (18) es un adolescente iraní perseguido por su orientación sexual en su país y ahora refugiado en Madrid. Intenta empezar una nueva vida mediante la asociación KifKif.

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Santi busca a Carmen por todo Madrid, lo convierte en su principal objetivo. Finalmente descubre que ella ha muerto de sobredosis. Antes de irse a su nuevo hogar, Santi regala su bicicleta a Manuel, que se quedará sólo viviendo bajo el viaducto y realiza un acto simbólico para quede constancia de la existencia de Carmen: sus pájaros de lata flotan por el Manzanares.